Salto en paracaídas, vuelos en traje de alas, surf en olas gigantes, esquí a altas velocidades o escalada en grandes montañas; cuando pensamos en alguien que practica estas actividades extremas, pensamos quizás en personas jóvenes, apasionados por el riesgo y la adrenalina con constantes deseos de desafiar la muerte.
Si bien, existe gente que podría calzar con esta descripción, la mayoría de veces esto no es así y causa un serio problema, ya que genera la percepción de que los deportes extremos son inaccesibles para la “gente normal”. Existen estudios que sugieren que este tipo de actividades podrían ser en realidad más accesibles y tener un impacto más positivo que los deportes tradicionales, como el fútbol o basketball.
Las entrevistas realizadas durante este estudio mostraron que las personas de entre 30 y 70 años que practican deportes extremos, contrariamente a las experiencias extremas que a menudo se muestran en vídeos de este tipo de deportes, suelen tener una sensación de paz y tranquilidad a la hora de practicarlos. Además, a largo plazo generan un bienestar sostenido y ayudan a comprender las emociones como el miedo, el cual tradicionalmente se considera como negativo y suele paralizar a las personas ante situaciones difíciles o complicadas.
Tienen los amantes de los deportes extremos algo en común con los maestros de la meditación?
Los deportes extremos a menudo cambian la vida cotidiana de las personas. Los participantes del estudio describieron que ya no se aburren de la vida y hablaron de tener pasión por su deporte. También reportaron ver a sus compañeros y a la naturaleza de una manera mucho más positiva después de practicar estas actividades con regularidad.
Los participantes de deportes extremos suelen describir experiencias sensoriales extraordinarias del tipo que no pueden encontrar en la vida cotidiana. Esto se debe a que durante la práctica de este tipo de actividades, la capacidad de una persona para ver, oír y sentir se ve mejorada, debido a la adrenalina que se genera en el cuerpo.
Los Base Jumpers, por ejemplo, hablan de una mayor capacidad para ver cada rincón, sombra y color de las rocas de su alrededor a pesar de viajar a más de 300 km/h. Los participantes también describen una sensación de como si se fusionaran con el entorno, lo que invariablemente se convierte en un sentimiento de ser profundamente parte de la naturaleza. Esta puede ser una de las razones por las que tantos atletas de deportes extremos gastan tanta energía y tiempo en educar y proteger el medio ambiente.
El riesgo de muerte
Por supuesto, cuando se participa en este tipo de actividades, un error, por más pequeño que sea, puede resultar en la muerte. Tal vez es por eso que a las personas que no practican estos tipos de deportes les resulta difícil entender la razón de por qué alguien haría voluntariamente actividades tan riesgosas.
Es por este alto riesgo de muerte que la participación en estos tipos de deportes requieren un compromiso considerable y una gran cantidad de trabajo duro por parte de quienes los practican. Los deportes extremos no son para aquellos interesados únicamente en las emociones fuertes. De hecho, las personas interesadas en los resultados a corto plazo podrían encontrar mejores alternativas. Estas actividades extremas, requieren que el practicante se encuentre comprometido a largo plazo.
Cómo los deportes extremos pueden invocar estados meditativos
Los participantes de estas actividades poseen un gran conocimiento sobre sus propias capacidades, limitaciones físicas y psicológicas. Ya que, debido a la naturaleza de estas actividades, la mayoría de veces hay que analizar y meditar bien sobre las probabilidades de que una maniobra pueda salir bien antes de realizarla. Un gran beneficio de los deportes extremos es que tienen la capacidad de mostrar todo lo que somos capaces de lograr los seres humanos.
Por dónde empezar?
Una buena idea para empezar es ir por los deportes de aventura, los cuales comparten muchas similitudes y tienen la ventaja principal de no ser tan riesgosos ni necesitar un compromiso tan grande. Además, no te encontrarás limitado por requerir lugares estrictamente controlados, como una cancha de fútbol o cricket. Actividades como la escalada, kayak o senderismo son algunos de los deportes aventura que puedes realizar para iniciarte en este mundo.
Lo bueno de este tipo de deportes es que se encuentran abiertos a todo el que quiera practicarlo, además, ayudan a fomentar la participación de la actividad física, proveen una sensación de bienestar, y una relación más profunda con el medio ambiente. Así que, teniendo en cuenta todo lo que puedes lograr y sumado a que podrás entretenerte en el agua, en una pared rocosa o en una montaña, ¿Qué es lo que está esperando para empezar?
Articulo traducido y adaptado de The conversation